Si Wilde hubiese tenido un Twitter

Twitter es un reto literario. Como lo han sido los grandes saltos a los distintos formatos durante toda la historia. Y ahora solo tenemos 140 palabras. Más que suficiente para mostrar los destellos del alma. Todos deberíamos ser escritores (entendido como una manera sana de expresar las emociones más escondidas mediante la escritura), seríamos más felices.
De esta manera, Twitter puede no ser solo un medio de comunicación comercial, curioso y vanidoso, sino que también puede mejorar nuestro espíritu. O nuestros espíritus en conjunto, porque permanecerá ahí, en el aire 2.0. Tal como lo hacen la sabiduría oriental o las frases de Wilde. ¿Cuanta información valiosa recaudaríamos si todas las personas del mundo escribieran una frase al día sobre su existencia en Twitter? Multiplicaríamos por infinito la que llevamos acumulada en más de 2.000 años de cultura.


Poséeme. Poséeme con todo tu ser, hasta que ya no quede nada de lo que era. Entonces volveré a ser yo mismo.


Perfecto, ya me siento mucho mejor.