Sí, así es. Un nuevo plan malévolo de las grandes marcas para dominar el mundo. Esta vez atacan fuerte, preparan todas sus armas para acabar con la más terrible amenaza de todos los tiempos: La Marca Blanca.
Como el Rey Aragorn en busca de la batalla final, se están aliando entre ellas, elfas, enanas o humanas para erradicar del planeta ése antinatural invento llamado, marca de la distribución. ¿A quién demonios se le habrá ocurrido ofrecer lo mismo pero más barato? Sin duda, tiene que ser el demonio. Sólo él puede querer hundir a Santos como Nestlé, Kellog's, Dixan o el mitológico Señor verde del maíz. Pero para eso están las mejores mentes del planeta en los departamentos de marketing, para contraatacar al imperio Blanco, a La Estrella de la Muerte. ¿Y cuál es el magnífico-malévolo Plan? Pues... (risa siniestra)... hahahahohohohehehehehahahahahahohohohhuhuhuhuh....
"Suplicar a los consumidores que no compren las marcas blancas". Así de ridículo, sí señor. No se les ocurre nada más que terminar todos los anuncios diciendo: Fulanita Letal no fabrica para otras marcas. Claro que sí, ahí con un par. Cuando yo voy a coger los yogures de macedonia a mitad de precio lo primero en lo que pienso, que me aterra y me hace pensar que no puedo creer en un futuro no-apocalíptico es: ¡Oh no, Danone no fabrica para otras marcas! Voy a morir si no compro Danone porque es mucho mejor que el que vale menos de la mitad.
O al menos eso deben pensar esos grandes cerebros que se asocian entre ellos y hacen anuncios unidos por las marcas. Claro que sí. Porque llevamos años cobrándoos más por la cara y ahora no queremos que os vayáis. Por favor, quedaros, seguir pagando una burrada por nuestros productos, que pese a ser casi iguales que los productos blancos, molan más. Vamos, por favor, por favor no os vayái...
Y así se fueron. Y la economía mundial, que ya llevaba tiempo avisando, cambió para siempre. Y como siempre, para mejor.
Clientes, habéis hundido a los creativos, habéis hundido a las ideas que os hacían diferentes. Habéis subestimado con auténtica insensatez a aquellos que os daban de comer. Ahora seréis vosotros quien os hundiréis. Y nosotros estaremos ahí, disfrutando de vuestra caída. Porque seguimos vivos, y tenemos más opciones. Vosotros no. Y cuando os deis cuenta ya será demasiado tarde.
