Caballero de acero, corazón de cristal
A veces es necesario que te rompan el corazón para recoger sus pedazos y forjar tu armadura. No quiero espada ni lanza, tan solo una coraza que me sirva para ganar tiempo mientras averiguo si vale la pena amar.
Ahora, gracias a que los tejidos de mi corazón se han entrelazado con el acero, la armadura se ha hecho más fuerte y más inteligente. Logrará parar puñales y flechas mejor que antes, pero además sabrá impedir que palabras bonitas o fragancias de cabellos penetren en mi interior.
Con ella podré viajar seguro y decidido hacia el fin del mundo. En barco o a pie, eso no importa.
Esperando el día en que encuentre a la persona que, lentamente, la quite y desnude mi ser a merced de sus deseos.
Y esa será la finalidad de mi armadura de Metal: entregártela a ti para que la conviertas, de nuevo, en Cristal.
martes, 16 de febrero de 2010
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